LA MARCHA
Las calles cortadas por pacos en moto
la Alameda sin autos de Plaza Italia a Los Héroes
un gentío con banderas y pancartas
batucadas gritos por megáfono monigotes
los vendedores de agua mineral
cintillos de la última causa
artesanías stickers y challa
Salimos a encontrarla a la altura de San Francisco
el corazón henchido al ver la masa acercándose
nos unimos a ella como quien se lanza a un río
desde los balcones asoman cámaras y teléfonos
encapuchados sobre los paraderos son blanco de abucheos
todo discurre con esperanza
la fe puesta en la caminata masiva
de un grupo más o menos grande de gente.
Pero la verdadera marcha no es esta
aquí sólo estamos unos pocos haciendo poco
caminando y gritando no más que eso
el lunes despertaremos
en el mismo mundo el mismo país
nuestros hijos no habrán pasado hambre
nuestros esposos no habrán dado la vida
nuestras mujeres no habrán sido torturadas.
Me detengo al borde del río humano
y entre los marchantes veo a los fantasmas
veo la verdadera marcha
que va tomando cada vez más forma
veo a los tres mil seiscientos mineros asesinados en Iquique
a los millares de mapuches asesinados
por los incas
por la corona española
por el estado chileno
por las multinacionales
veo a los desaparecidos
a los pocos políticos honestos
asesinados por defender causas justas.
Ni usted ni yo estaremos en ese desfile
No habremos luchado por la justicia
No habremos gritado ni defendido nada
Habremos sido buenos ciudadanos
Con inútiles y pequeños actos de rebeldía esporádica.
ORTATUS
Si al entrar en su radio de acción
tiene la pantalla ya encendida
es que vas tarde al trabajo.
Marca el momento oficial
en que el corazón de la ciudad debe despertar y dormir
la hora para que todo comience a funcionar
una gran representación que descorre su telón
tras horas de preparativo
saluda irónicamente con dibujitos y publicidad
frases de aliento para el día que parte
colorida, luminosa, radiante
despierta intacta como el día anterior
sin fatiga ni demora
estará así toda la jornada
avisándote de los eventos que no puedes perderte
y el resto del tiempo
mostrando pelotudeces sin importancia
hasta la hora de salida de los trabajos
momento del taco y de la ira
las micros atiborradas de mano de obra usada
programada para creer que está bien
que el jornal que cava al sol o bajo la lluvia
merezca menos dinero por las mismas horas
te animará perversamente a seguir el paso
como un sórdido Ortatus que marca el pulso en la galera
desde amunátegui con la alameda
sin tomar partido abiertamente
haciéndose la simpática
mientras la mano de obra aturdida
corea consignas aprendidas de sus patrones
aquellos demonios
cuyo tamaño y poder
es proporcional a su libertad para cagarse a otros
.
Una pantalla gigantesca y circular
plagada de lugares comunes que se ven hermosos
mientras la verdadera belleza
esa que espera en los paraderos y los semáforos
repite frases impensadas
con la lógica del mercado que nada tiene de digno
justificando la usura y la explotación
asumiéndola con el estoicismo
que da el creer que eso
los convierte en gente honesta.
Ortatus no convence a nadie
se limita a llevar el ritmo
mantener la moral de los remeros
lo suficientemente alta para que no paren
lo suficientemente baja para que no se rebelen
mientras el brillo de sus leds
hipnotizan a la zona más congestionada de la capital
como un radio magnético
en contra de la sublevación
hasta que ya estén todos en casa
y su relevo lo tome el estelar nocturno.
.
HERIDA DE SANTIAGO
Morir ovillada en la cama
de esa herida que es santiago
hasta que mi sangre atraviese el colchón
el suelo de mi pieza que es el techo del vecino
el suelo del vecino que es el techo de las alcantarillas
y desde esas cloacas se vierta junto con la mugre
de toda esta ciudad embustera
hasta envenenarla por completo
y hacerla renacer
en color fuxia fosforescente
para que cualquier animal que ronde el espacio sideral
que sólo ven en el rango de los fuxias
crea que es comestible
y se intoxique en una diarrea cósmica
haciéndola desaparecer
de un modo bien indecoroso
que es lo que se merece.
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